Friday, June 30, 2006

... en tiempos de guerra cualquier hueco es trinchera

Happiness is a warm gun
(John Lennon)

El francotirador observa a su presa con inusitado placer. Marca detenidamente los pasos de su objetivo a través de la mirilla óptica del cañón de su rifle. Se relame los labios por última vez, aunque con el temor constante de que una mínima falla de cálculo le revele su posición al adversario. Se apresta a tirar del gatillo cuando cree tener la certeza de impactar en el blanco.

***

Sabe que el haber fallado ese disparo le costará la vida. Su error lo ha puesto al descubierto y pronto los refuerzos contrarios lo tendrán rodeado. No hay salida. En la guerra es natural cazar o ser cazado, pero antes que el enemigo invasor, prefiere ser él mismo su propio victimario. Justifica su decisión. Según recuerda, siempre ha querido probar el sabor de la pólvora.

(Sniper - 1941, un relato corto del Doctor Monique. Dedicado a Monique Pardo en el día en que celebra su 30 aniversario de vida artística - 30/06/06).


Y para terminar, cumplo con circular la noticia del evento de Monique (para que después no anden diciendo por allí que es puro invento mío).

RPP Noticias. Martes, 27 de junio del 2006. Prometiendo que cantará y bailará enfundada en sus ceñidos y escotados vestidos, Monique Pardo ha anunciado la celebración de las tres primeras décadas de su carrera artística para este 30 de junio a partir de las 9:00 de la noche en el Maracaná de Jesús María. Monique promete baladas, boleros, y hasta un reggaetón titulado "Mayor que yo".

A la fiesta de Monique han sido invitadas diversas figuras del ambiente del espectáculo como Ernesto Pimentel, Lucía de la Cruz, Mariella Zanetti, Susy Díaz, el elenco de La Jaula de las Locas, Claudio Fabri, Carlos Corzo, Maribel Velarde, Kike Suero y Augusto Polo Campos, entre otros. "Polo Campos fue mi profesor de lengua", dijo antes de darle un beso al maestro, quien improvisó inmediatamente un verso cuya conclusión fue 'estoy en la gloria'.

Monique

Friday, June 23, 2006

... in memoriam

Un día como hoy (un 23 de junio del 2003 para ser más exacto), La Web del Team Verija, una web pirata y underground, tuvo el mal gusto de ver la luz después de un largo y doloroso parto. Su aspecto deforme y contrahecho no sólo la hizo objeto de duras críticas, burlas y desprecio, sino que fue además la causa principal de su paulatino resquebrajamiento físico y moral, al punto de quedar confinada a un permanente postramiento. El día de hoy, 23 de junio del 2006, y habiendo pasado exactamente 3 años de aquel lamentable incidente, he decidido irremediablemente desconectarle el respirador artificial para acabar, de una vez por todas, con su vergonzosa y penosa agonía. Tomo esta medida por el bien de mi salud mental, y por qué no decirlo, por el bien de la salud mental de sus ocasionales lectores.
No es culpa mía que la farándula y las vedettes anden de capa caida.

El Doctor Monique


La Web Team Verija
una web pirata y underground
23 de junio del 2003 - 23 de junio del 2006

La Web del Team Verija
- Q.E.P.D. -

Friday, June 9, 2006

... una precuela de "Crónica de una Conversación Telefónica". Escribe: El Doctor Gonzo

Detesto que me llamen cuando me encuentro cagando, me siento como un imbécil, ya que, teniendo celular, usualmente no lo llevo conmigo... ni siquiera al baño. Qué diablos, presuroso, una limpiada veloz, no vaya a ser algo importante, me subo a medias el pantalón, voy rápidamente y dando tumbos, alcanzo a contestar, no sin antes reconocer el teléfono de quien me llama... un pensamiento fugaz: "Putamadre, ¿y ahora qué?"...
- Aló, Fernando... - alcanzo a oir al otro lado de la línea.
- ¡Maestro!, ¿qué pasa Pipo?
- Reunión de la Fuerza Delta en Risso a las diez. Oye, estamos en Q.A.P. (aún ignoro que carajo significa eso, alguna vez escuché que era una forma de comunicación en el ejército, pero Pipo la usaba generalmente cuando partía hacia el mugroso cafetín de la facultad).

Hacía pocas semanas que había ocurrido el fin de la ¿relación? (falso, nunca la hubo) entre Pipo y Rocío Talavera, y desde entonces, con bastante frecuencia, el escuadrón Fuerza Delta había dejado de lado sus altruístas actividades para dedicarse a acompañar a Pipo -chelas van, chelas vienen- en su pesar, constituyéndose los huecos del centro comercial Risso en lugares bastante familiares por esa época para nosotros.

- Dennis... pon La Esperanza - balbucea Pipo.
Concha de su madre, de nuevo esa mierda, pienso yo... ya carajo, está bueno de esto, cada noche es igual, pollo, papas fritas bañadas en dos litros de aceite, la Inca Kola de rigor (que nadie toma, viene con la oferta del pollo), las jarras de cerveza (eso sí se toma como mierda), La Esperanza, La Esperanza, de nuevo La Esperanza... la rockola de-a-sol-la-canción escupe a Enrique Iglesias... me llegas al pincho, Iglesias, tu canción me llega al pincho, pero es la única que suena repetidamente, esa es la huevada de estar misio -o como dice Melcochita, misión imposible, aunque últimamente vi al tío Melcocha haciendo el ridículo en el programa de Hildebrandt... No votes por míiiiiii-, no tener un puto sol en el bolsillo para escuchar, aunque sea por 5 minutos otra canción diferente...

Aquí estoy, ya me ves,
suplicándote perdón.
Si en verdad te fallé,
no fue esa mi intención.
Cúlpame y entiérrame
en el pecho tu dolor,
pero no te vayas nunca,
no me ignores, por favor

- Dennis, la Esperanza - vuelve a balbucear Pipo.
Dennis recibe las 20 monedas de un sol que Pipo acaba de cambiar por el billete de Porras... carajo, veinte veces La Esperanza, estamos jodidos, pero no, no es La Esperanza, es Dissident de Pearl Jam, Dennis pendejo, buena, pon las canciones que te gustan que ahorita te paso mi lista, total, Pipo está medio zampado, creo que no se ha dado cuenta...
- Dennis, te dije La Esperanza, ¿qué mierda es esa?
Se dio cuenta, pienso yo... más chela, le sirvo más chela.
- Okay, okay, La Esperanza.
Los miembros asiduos, conociendo el ritual, algunos por joder, otros por efecto de tanta chela, y bueno, me imagino que a uno u otro le gustará esa canción de mierda además de Pipo (quien no podía evitar derramar un par de lágrimas), procedían a alzar los brazos y repetir incansablemente por lo menos 20 veces durante esa noche:

Aquí estoy, ya me ves,
suplicándote perdón.
Si en verdad te fallé,
no fue esa mi intención.
Cúlpame y entiérrame
en el pecho tu dolor,
pero no te vayas nunca,
no me ignores, por favor
Rocío Talavera... ¡¡¡¡Una peeeeeerraa!!!!

Es de noche, aproximadamente las ocho, vuelve a sonar mi celular, maldita sea, nuevamente me agarra cagando, no es posible, ni un reloj suizo es más exacto, no suena el puto teléfono en todo el día, basta que me siente en el water y puje para que empiece a sonar...
- Aló... -me apuro en contestar.
- Habla Fernando...
- ¿Qué hay, Dennis?
- Oye, te pasamos a buscar a tu casa, Pipo está con una huevona que ha conocido, una visitadora médica, y Franz le sirve de chofer.
- ¿En dónde están?
- En La Caravana de Benavides. Te pasamos a buscar en 15 minutos.

Llegamos al lugar. Miro a través de la ventana, alcanzo a ver a Pipo, bien a la tela, a su lado una mujer de unos 30-35 años, ni delgada ni gorda, cabello ensortijado, ojos verdes... comen lomo fino, creo, además hay una botella de buen vino en la mesa (ese Pipo, un señor). Pipo paga la cuenta, seguro deja un propinón equivalente a la cuenta total, salen, Pipo nos ve y hace una señal (váyanse culos), toman un taxi rumbo a El Escarabajo (los seguimos, jodiendo a Pipo por la ventana todo el rato)... Benavides, República de Panamá, Javier Prado... hemos llegado al sitio, por fuera no es la gran cosa, se ve un local oscuro (Dennis me contaría con felicidad que recientemente lo visitó con Pipo, la Pony y una loba más, y por dentro es más oscuro aún, tanto que la amiga de la Pony le dio una mamada aprovechando la oscuridad).
Rato después, Pipo y su acompañante salen del local, Pipo detiene un taxi, ella sube sola. Pipo entra al carro de Franz.
- Oigan culos -nos dice jadeando-, es la futura madre de mis hijos... se llama Rosa María. Ahora, un favor Franz, llévame a mi casa que me he quedado sin fichas.

Días antes de conocerla en persona pude observarla detenidamente por foto. No está mal para Pipo. Se nota que está recontra maltratada, le deben haber dado hasta por la oreja, pero, como he mencionado, no era (aún) tan gorda, bueno, al menos eso aparentaba. Risible foto, Rosa María, abrazada por Pipo, quien usa un polo crema con cuello, shorts y zapatillas, y a su lado, tres niñas, ninguna llega a los 8 años.
- ¿Quiénes son? - le pregunto.
- Son las niñas, las hijas de Rosa María con un pobre tipo, no les pasa ni un céntimo, pero ya iniciaré los trámites de adopción.
- ¡¿Quéeee?!... creo que la pregunta está de más, pero... ¿eres idiota?
- Fernando, ¿por qué no me lactas?

Me cuenta la historia: en uno de los tantos días en que Pipo acudió al consultorio de su (en ese entonces) todopoderoso Padre Castrol, divisó un lomo en la sala de espera. Le gustó lo que vio. Habló con Castrol.
- Padre, ¿quién es la caballona? - pregunta Pipo.
- Una visitadora médica, la botaron de Schering-Plough, reducción de personal.
- Padre, ¿me puedes hacer un favor?
- ¿Ahora qué quieres, gordo de mierda?
- Te juro que es el último favor que te pido...
Días después, Castrol se prestó para la cochinada y se completó el plan. Se cerró el círculo, huevón. Como para no creerlo.
- Rosa María Pontt, te presento a Luis Felipe Heredia -dice Castrol-, médico neumólogo del Hospital - miente Castrol.
- Encantado, tú puedes llamarme Pipo.
- Cuanto gusto - responde ella.

El gordo puta le metió letra, seguramente le contó algunos chistes, no sé, quizás le cayó bien, o quizás Rosa María vio la posibilidad de salir de ese atolladero llamado realidad peruana-desempleo, pero el caso es que aceptó salir con él. Se fueron al zoológico de Huachipa (escenario donde se tomó la foto). Se besaron, por lo que ahora el gordo estaba eufórico.
- La futura madre de mis hijos, Fernando, la futura madre de mis hijos. Eso lo firmo.
- Creo que es la oportunidad de sacarte el clavo después de lo sucedido con Rocío.
- Voy a llamarla, se las voy a presentar. Pásale la voz a la gente.

El sitio: Risso (qué novedad). Llegamos en el carro de Franz. Todo estaba orquestado.
- Rosa María, ellos son mis internos en el Hospital: Dennis, Franz y Fernando, buenos muchachos, muy trabajadores, hacen caso a mis enseñanzas. (Ya huevón, no abuses de tu suerte, un par de preguntas en el acto y te dejo hecho mierda).
- Mucho gusto, el Doctor Heredia nos ha hablado muy bien de ti, es un médico excelente, bien rankeado en el hospital (y en la comisaría).
- Claro, se nota que tiene buena mano, tenía un dolor terrible en la pierna y me recetó Dorixina en gel, ahorita no me duele nada.
Tengo que detenerme aquí. A pesar de que en aquella época ya andábamos en quinto año, Pipo conocía a duras penas 3 tipos de medicamentos: Dorixina, Apronax (si no era por el Chemo, ni eso) y Sevorane; bueno, al menos sus pacientes no iban a morir con dolor.
Retomo el asunto...
... acelera aún más. Eso es, cágala, que llore, pienso yoFuimos a la Barranquito, creo. Una de las mugrosas playas de la aun más mugrosa y nada verde, más bien gris-marrón, Costa Verde. Chupamos un rato. Cristal. Alabamos a morir al doctor Heredia, el mejor doctor del hospital, el más buena gente con los internos, un amigo, un hermano mayor. Pipo nos mira con cara de gratitud y la bienaventuranza digna de un Papa. Nos cansamos. Partimos rumbo a la casa de Rosa María a dejarla. Vive un poco lejos, en San Miguel. Agarramos la Javier Prado, suerte que no es hora punta, mucho choro, carajo, desde el que te ofrece el último libro de Harry Potter, hasta los que venden las máscaras de Spiderman a sol cada una, te descuidas y te rompen la luna, que mierda, me da igual, no llevo nada de valor.

- Pipo, quiero que la próxima semana me lleves a comer a La Rosa Náutica, ¿si?, llevemos también a mi mami y a las niñas... Y también quiero que me compres un...
No puedo evitar una sonrisa. Pipo apunta hacia un viejo edificio que se alcanza a divisar a lo lejos, nos dice que Rosa María vive ahí. Franz acelera. Siempre lo consideré un piloto de carreras frustrado, en realidad no va tan rápido, pero escucho un quejido que se torna molesto.
- Pipo, dile a tu amigo que vaya más lento... por favor.
- Franz, más despacio.
Pinga, el huevón acelera aún más. Eso es, cágala, que llore, pienso yo. De pronto, Rosa María se pone histérica.
- Nos vamos a morir, para por favor -llora-, hazlo por mis hijas.
- Ya Franz, carajo, para.
Finalmente llegamos a la casa de ella. Nos abre la puerta una vieja con cara de Doberman, pero que en su intento por parecer simpática (claro pendeja, recién habías comenzado a chupar la mamadera) la cara se le desdibuja en un gesto extraño, casi forzado. Nos invita a pasar.
Vemos un Winnie Pooh gigante en una de las mesas.
- Ese oso se lo regalé yo -nos comenta Pipo-, viene con 30 centímetros de amor incluido.
Momentos después aparecen las niñas, nos saludan, saludan a Pipo, con cariño -ella las tiene bien entrenadas-, al rato ya estoy aburrido, para colmo, las niñas sólo ven Rugrats, lástima, si al menos estuvieran viendo el Chavo del Ocho... Nos despedimos. Dejamos al padre de familia en la casa.
Entramos al auto, en silencio. Al cabo de unos instantes alguien se anima a lanzar la pregunta.
- Y muchachos, ¿qué tal les parece?
La opinión es unánime. Una pendeja.

Tomamos dirección hacia La Marina. Las luces de neón nos rodean ahora, pero lo que en realidad nos molesta es el maldito tráfico. Llevamos 20 minutos atascados. Lima es una cagada en toda su extensión.
- Estas luces de mierda me recuerdan a la entrada del Moonlight... ¿Qué tal si...?
- ¡Moción aprobada! Necesitamos calatas.
Aún nos queda un buen tramo hasta llegar a Higuereta. Salimos del atolladero agarrando una calle paralela, y ahora el velocímetro marca 120Km/h en zona residencial. Su curso es inmutable.

 

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